Y como al que no le gusta la sopa se le dan tres tazas, el protagonista silencioso de nuestra historia le preparó a su pareja una sorpresa que jamás va a olvidar: darle justo en la fobia.
Con lujo de detalles y con mucho cuidado, el chico en cuestión le preparó a su novia una de sus golosinas favoritas repleta de lo que mas odia: las arañas.
Que no te lo cuenten.