En el 2016, se celebraron las olimpiadas en Río de Janeiro. Como era de esperarse, se construyó una infraestructura que costó mucho dinero. Muchos brasileños criticaron esta inversión, ya que habían cosas más importantes que necesitaban ese dinero.
Así luce la piscina olímpica hoy en día.
Las sillas que costaron cientos de dólares para poder ver las olimpiadas, ahora están rotas en el olvido.
Un estadio que costó millones que nunca fue utilizado otra vez.
En un punto, estos pasillos estuvieron llenos de fanáticos del deporte.
Así lucen las sillas donde se sentaron gente importante.
Los asientos fueron robados
Esta es una vista aérea de lo que es hoy, el lugar donde se celebraron las Olimpiadas.
Al menos intentaron proteger el logo.
Los ciudadanos brasileños, intuían que esto pasaría.
Muchos están enojados por haber invertido tanto dinero en algo que sólo se usaría una vez.
Sin embargo, el sector salud y seguridad, aún tiene deficiencias.
"Ciudad Olímpica"
Si alguna vez quieres saber cómo luciría un mundo post-apocalíptico.
Este es el lugar adecuado que puedes visitar.