Aunque hayas actuado de buena fe, si sabes que lo que adquiriste lo hiciste en un negocio de poca moral, lo mejor que puedes hacer es llevar tu queja directamente con el comercio.
La siguiente es la triste historia de David, una persona honrada que cometió dos crímenes: comprar un teléfono en un sitio de dudosa procedencia y tratar de lavar su nombre en línea.
Los dejamos con el cuento