Si hay algo que tienes que tener cuando vayas a hacer fechorías, es un amigo de verdad. Y mas te vale que sea inteligente para que se le ocurra como sacarte de algún problema sin mucho esfuerzo.
La protagonista de la siguiente historia tiene la fortuna de tener una amiga, de verdad y bastante recuersiva.
Acompáñanos a ver esta triste historia con final feliz.