El amor va y viene, como el metro de Taxqueña, en Ciudad de México. Esta es la historia de Brayan, un muchacho que se encontraba en el servicio de transporte público cuando de repente apareció el amor de su vida. El único problema: iba con su mamá y no se atrevió a hablarle.
Y como no hay consejero mejor que internet, nuestro héroe decide tomarle una foto a escondidas a su dulcinea y publicarla con el siguiente texto:
"¿Alguien de casualidad no la conoce? La vi hoy en el metro de Taxqueña. Y me enamoré. Sólo porque iba con su mamá no me atreví a hablarle. #Compartan hasta que sepa quién es".
– El Brayan.
El resto es historia.