Los llamamos animales domésticos pero los gatos siguen jugando bajo sus propias reglas.
Puede que sus tiernos ojos y sus adorables gestos nos hayan hecho caer a sus pies, pero lo cierto es que los gatos son indomables e impredecibles.
La siguiente es la historia de un felino que prefirió el vacío que ser rescatado por un humano.
Pdt: no hay de qué preocuparse, quienes nos hicieron llegar estas imágenes aseguran que el minimo está en excelente estado de salud.