Lucy Barlows, activista británica, decidió recorrer de sur a norte el continente americano de una singular forma: de orgasmo en orgasmo.
En su tienda de campamento, instaló una cámara para fotografiarse cada vez que tenía un orgasmo con un chico de cada país por el que iba pasando.
Para que la secuencia fuera consistente, decidió usar la misma almohada y la misma ubicación de la cámara.