Este chico le pidió a su amiga que se quedara parada, al lado de una calle, quieta, sin molestar a nadie, para ver la reacción de la gente que pasaba por ahí... Los resultados hablan por si solos.
Chicos, el acoso masculino es real y aunque parezca risas, y demás, lo cierto es que a nadie le gustaría estar en su lugar.