Cuando hay mucha caridad, es siempre bueno desconfiar un poco.
El siguiente caso es el de una chica que le pide a desconocidos que le compren un muñeco de felpa. Para su sorpresa, un caballero se prestó para hacerle el favor pero lo que va a recibir en el correo es algo que no se espera.
Aunque es de suponer que le dará mucho placer.