Te llega una llamada de un posible cliente pero hay un problema: quiere que le prestes un servicio sin darte nada más que un "dios te pague" como compensación por tus esfuerzos.
Sin embargo, gracias a tus conocimientos en la cultura popular sabes como salir de esa situación de forma muy elegante y haciendo reír a los demás.
Los dejamos con la trolleada del día.