En estos días estamos muy pendientes del trato que le dan algunos dirigentes del mundo a la gente que llega a sus fronteras buscando huir de una situación desesperada. Tratamos de exigir respeto y un poco de compasión por gente que bien podemos ser nosotros mismos.
Pero, ¿será que en nuestro propio hogar hacemos lo mismo?
Nos queda fácil exigir respeto pero darlo es un poco mas complicado...